sábado, 16 de junio de 2012

Carta abierta a los animadores del Congreso Diocesano de Laicos


Queridos hermanos:

En estos momentos de final de curso, nos ponemos en contacto con vosotros, primero para daros las gracias por el trabajo realizado durante el mismo. Sabemos que ha sido un esfuerzo extra para todos vosotros y vuestras comunidades el preparar los temas del Congreso y llevarlos a cabo en los grupos. Espero no haya supuesto el dejar otras funciones parroquiales, sino el unificar esfuerzos, deseamos que haya ayudado a un enriquecimiento personal y comunitario.

Habíamos pensado en tener un encuentro común en el mes de junio, pero viendo la diferente marcha de los grupos y del propio curso parroquial nos pareció más apropiado emplazarlo para principios de septiembre, aprovechando para presentaros el Congreso de octubre, así como un esquema de todas vuestras aportaciones por si fuese necesario cambiar o añadir algo más a ellas antes del Congreso.

Perdonad nuestro atrevimiento si recomendamos un encuentro parroquial con una oración o Eucaristía de todos los grupos que han preparado estos temas. Consideramos importante que en cada comunidad haya un consenso de las conclusiones, que el propio consejo parroquial puede acoger y así enriquecerse de las opiniones de todos.

Necesitaríamos que nos hicieseis llegar las direcciones, teléfonos y e-mail de las personas que han participado en los grupos, para así hacer la convocatoria del Congreso de forma personalizada.

También os agradeceríamos nos enviaseis vuestras conclusiones antes de julio, para poder iniciar nuestro trabajo de síntesis.

Sabed que la página web seguirá funcionando para vosotros y si queréis que subamos algo, por favor, enviadlo a nuestro correo electrónico. Procuraremos -en la medida de lo posible- estar en contacto con todos vosotros por e-mail, pero sabed que seguro lo haremos a través de la oración.

Que el Espíritu Santo nos guíe en esta nueva etapa para que seamos humildes y nos hagamos instrumentos suyos, dejando que sea Él quien prepare realmente este encuentro diocesano.

Nos despedimos de vosotros con las últimas palabras del himno, que nos resuenen durante este verano:

“Contempla el mundo, cada corazón. Hay germen de paz, semillas de amor. esperan la luz que tú les puedes dar. Esperan la luz que sus vidas guiará. Esperan la luz que en ti alumbrará: Jesús."

Un fuerte abrazo de vuestra delegación.

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