CRONICA DEL ENCUENTRO DE ANIMADORES EN VIVEIRO. 24 DE MARZO DE 2012

El pasado sábado 24 de marzo nos reunimos, en la residencia Betania de Viveiro, los animadores de grupos preparatorios para el Congreso Diocesano de laicos de octubre. 

La jornada comenzó con una oración en la que se dio protagonismo a la Palabra, con el Evangelio del día, uniéndonos al resto de los seguidores de Cristo y ante la presencia de Dios, nos preguntamos qué nos decía ese texto y qué le quiero decir yo a Dios desde lo que su Palabra me ilumina. 

Con nosotros estuvieron Chus Prieto, Delegada de laicos y Luzma Pousa Rios, de Acción Católica, con una amplia experiencia en el compromiso laical como pudimos comprobar en su exposición.

Luzma nos presentó el segundo tema “Ser cristianos laicos”. En su ponencia nos dejó bien claro cuál es el concepto de laico: Seguidor de Cristo insertado en la Comunidad Eclesial y que realiza su misión, su vocación en el mundo, en la realidad que habita. Hizo especial hinca pie en la complementariedad vocacional, explicando con determinación que las distintas vocaciones cristianas: sacerdotes, religiosos y laicos nos complementamos y somos todos necesarios para llevar a cabo el proyecto de Dios. Nos recordó que es a partir del Concilio Vaticano II cuando la dimensión del laico cobra fuerza. Estableció cual debería ser el perfil del laico: afirmando la eclesialidad, pues el laico no pertenece a la Iglesia, si no que es Iglesia y la secularidad porque estamos llamados a construir el Reino en el mundo en el que vivimos. Teniendo en cuenta que somos Iglesia comunión: “Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos”. Luzma decía: - no somos los obreros, si no que somos los sarmientos, somos Iglesia y todos: sacerdotes, religiosos y laicos somos miembros activos de la misma.- Mencionó que no podíamos olvidar que por el Bautismos todos somos consagrados, es lo primero y esencial para luego desarrollar cada uno su vocación. También nos invitó a participar en comunión de una única misión: anunciar el Evangelio al mundo, sin huir de él. Nos presentó retos o asignaturas pendientes que cree necesarios en los laicos: por un lado fomentar la espiritualidad laical, sabiendo que estamos llamados a ser santos y por otro la formación, que debe armonizar o dar sentido a lo que se cree, lo que se vive y lo que se celebra. Aludió a la presencia en la vida pública, otra de los desafíos pendientes de los laicos, que será tratado en el siguiente tema. 

Tras la exposición de Luzma, se abrió un turno de preguntas y consideraciones por parte de los asistentes y se dio paso al trabajo en grupos donde surgieron las dificultades que encontramos a la hora de definir “Laico”. Ya que aunque a los asistentes nos quedó esclarecido, se comentó, que no solo la sociedad en general, si no que muchos de los que son Iglesia no tienen claro ese concepto. Gracias a la reflexión se pudo ver que los participantes están en camino y animados a intentarlo.

Como alguno de los presentes no podía quedarse por la tarde, trasladamos la revisión de la marcha de los grupos de origen al último momento de la mañana, donde se vio, que, no sin alguna dificultad, los grupos que ya están funcionando van adelante. Algunos monitores lo que hacen es adaptar el temario al nivel de sus participantes, reelaborando los documentos; otros preparan una explicación de lo que “preguntan las preguntas” para que las reuniones sean más ágiles; hay parroquias donde se están implicando a los jóvenes, con los temas adaptados para ellos o que están elaborando un “video” para presentar posteriormente, lo que hace tener a los padres pendientes y “mosqueados” sobre qué es lo que están organizando sus hijos. Hay iniciativas que parecen muy interesantes no solo para la divulgación del Congreso, si no para conseguir la máxima participación y que nos haga replantear a sacerdotes, religiosos y laicos cuál es la misión del laico en la Iglesia y en el Mundo de hoy desde la Comunión y la complementariedad. Hay grupos que van a iniciar su trabajo al término de la Semana Santa.

Tras una comida de hermandad, compartimos Vísperas, adelantadas un poco en el horario, adentrándonos en la riqueza de la liturgia de las horas con las hermanas Concepcionistas Franciscanas de Viveiro. Fue un encuentro emotivo, donde no faltaron alusiones al recuerdo y la niñez de alguno de los asistentes. Muchas gracias a las Concepcionistas, por esos momentos, por sus oraciones y por adaptar sus horarios a nosotros los laicos.

No queremos terminar esta crónica sin dejar de mencionar a las Hermanitas de los ancianos desamparados de la Residencia Betania, siempre dispuestas a tener su casa abierta para el trabajo pastoral que estamos realizando, gracias por su acogida, su disposición, sus oraciones y toda la ayuda que de ellas recibimos. Mar